jueves, 9 de enero de 2014

Un lindo recuerdo...



Recordando cómo organicé una pequeña cena a una persona especial, hace muchos años, pues hace poco tiempo me tocó revivir ese recuerdo ya que mi hija mayor hizo lo mismo, y fue inevitable, me vino a la memoria ese grato recuerdo, me parece que en aquella época contaba con la edad de 17 años, justo la edad en la que se es inexperta en casi todos los sentidos, cuando uno no tiene la madurez necesaria para muchas cosas, y en la que se está llena de ilusiones, y además falta la experiencia de la vida misma, fue una cena tranquila, en un ambiente de inocencia pues debido a la edad, claro que tenía que ser así, era sólo por el gusto de cocinarle algo a alguien muy especial, recuerdo bien la forma en que planee el menú, tenía que ser muy especial, la manera en que dispuse la mesa con un lindo mantel, servilletas de tela, a la luz de las velas, con las copas adecuadas para el vino que se iba a disfrutar, además de que tenía que ser perfecto el maridaje, un bonito centro de mesa de flores naturales, nada exagerado, al contrario discreto, una canasta con pan, en fin hasta el último detalle cuidado, y pues con la poca experiencia con la que contaba, escogí un menú demasiado sencillo, tal vez si hubiera tenido un poco más edad, hubiera preparado algo más elaborado, o con sabores más sofisticados, algo con lo que mostrara mis aptitudes culinarias, tal vez si hubiese contado con mayor edad hubiera pensado que eso era lo mejor, lo más adecuado, pero el menú elegido, algo muy sencillo, fue un Pastel de Carne con zanahoria y tocino, con una deliciosa ensalada, aunque muy sencilla, aderezada con una simple vinagreta, ah!! y por supuesto, el postre, un delicioso Pie de Queso con nueces cubierto con salsa de fresas, un rico vino Tinto, pues el platillo principal estaba compuesto de carne roja, en fin, según yo era el mejor menú, el más adecuado para la ocasión, y claro que mi invitado especial, como perfecto caballero, al finalizar la sencilla cena, según recuerdo, comentó que estaba todo delicioso, eso me hizo sentir muy bien, pues era el objetivo, hacer sentir bien a mi invitado, aunque creo que estaba más acostumbrado a otro tipo de comida, pues claro que cero picante serví, pues yo no lo acostumbraba, supongo que lo ha de haber extrañado, y ahora que caigo en cuenta, no comentó nada… de cualquier forma creo que es un recuerdo que ya no ha de tener en mente, por el paso de los años, así es que ya no me preocupo, creo que la única que lo recuerda soy yo, sí ya sé, como toda mujer, así somos, qué le vamos a hacer a eso? Recordamos hasta el último detalle de las cosas, o no?, así es que haciendo una retrospectiva, y ya con la edad y la experiencia que poseo, pues me doy cuenta de algunos errores que cometí, en fin, siempre que planeemos un menú debemos de tomar en cuenta varios aspectos, tales como los gustos de las personas, en el caso de México, que es mi país, y es en done vivo, siempre tenemos que tener pensada una salsa picosa, o chiles que puedan quedar bien con lo que vayamos a servir, dispuestos en la mesa para que el comensal pueda servirse si es su gusto, claro que tienen que ser sabores que sean armónicos con el menú, pues creo que aquí no podemos vivir sin lo picante, así es que hay que tomarlo en cuenta; y tal vez utilizar distintos aderezos para ensalada, uno cremoso y otro tipo vinagreta, por si llegara a haber alguna preferencia de algún invitado, hay que pensar también en un menú de acuerdo a la ocasión, pues hay platos que se pueden servir fríos o a temperatura ambiente, tomando en cuenta también cuántas personas serán a las que vamos a recibir, pues tenemos que pensar en la logística del evento, por más pequeño que este vaya a ser, si tendremos o no ayuda, si asistirán menores, pues ellos por lo general no comen de todo, he visto niños muy consentidos que en casa no enseñamos a comer y les damos exclusivamente lo que ellos apetecen, en lugar de servirles igual que a todos para que vayan aprendiendo a conocer los distintos platillos típicos del lugar, o bien, a que sepan comer de todo, para que no sean una molestia en los lugares a donde sean invitados, así es que no hay modo, hay que tener pensado un menú especial para los pequeños y tal vez los no tan pequeños que les agrade más ese tipo de comida, al momento de recibir a muchas personas, tenemos que pensar también en el lugar en donde se servirá la comida y si hay espacio suficiente para que todos coman apoyados en una mesa, o mejor servir bocadillos o comida que no requiera ser partida con algún cuchillo y que uno deba estar apoyado forzosamente en una mesa, si optamos por la opción de bocadillos, es un poco más sencillo sólo que hay que ofrecer variedad, y esto aplica en ocasiones en las que sea un brindis, es decir no una cena formal; pero si lo que queremos realizar es una cena o comida formal, entonces deberemos de disponer lugares para que los comensales puedan tomar asiento cómodamente alrededor de una mesa, en fin, existen muchas opciones, además de que cada vez hay más ideas innovadoras para hacer sentir bien a los invitados, así es que no hay que portarnos tan rígidos en cuestión de menús y de cómo servir los alimentos, sólo hay que ponernos en el lugar del invitado, si será o no difícil comer y listo!!!
Aunque les diré que en el caso de mi lindo recuerdo, el menú elegido fue el correcto, pues ya con la experiencia que tengo y el camino recorrido hasta ahora, pienso que lo más sencillo es lo mejor, el ser real, el no tratar de aparentar lo que uno no es, ni tratar de parecer de mayor edad o sofisticación, como en el caso lo hubiera sido, creo que lo mejor es hacer lo que más te gusta, con lo que realmente quieras deleitar a una persona especial. Les puedo decir que yo disfruto mucho recibir invitados en casa, pues me gusta demostrar por medio de la comida el cariño hacia las personas, a las personas que son especiales, y ofreciéndoles sus platillos preferidos en la medida de lo posible. 


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